El coronavirus ha puesto en riesgo la salud de muchas personas pero también su trabajo y la economía. Con este telón de fondo, las vacaciones de este verano están en jaque para muchas personas que ya tenían planeadas sus semanas en un apartamento de playa, cruzar el charco o viajar a alguna ciudad europea.

Pero que no cunda el pánico. Es posible disfrutar de las vacaciones quedándose cerca de casa o gastando poco. Para los que viven en Málaga o tienen pensado visitar este rincón de la Costa del Sol próximamente, he aquí 3 planes con los que disfrutar de los alrededores de la capital malagueña de una forma muy económica.

 

Jardín Botánico Molino de Inca (Torremolinos)

En 2003, el parque donde se encuentra el molino más antiguo de la ciudad malagueña, el Molino de Inca, se convirtió en un jardín botánico. Un parque natural cerca del Camino de los Pinares que se ha convertido en un lugar perfecto para pasar una mañana o tarde del fin de semana.

La entrada cuesta tan solo 3€ para los adultos y permite el acceso a todo el jardín botánico. Al lado de las taquillas se puede conocer un poco más sobre la historia del antiguo Molino de Inca y la vida hace centenares de años. De hecho, en 1926 el rey Alfonso XIII visitó las instalaciones del molino y uno de los manantiales del que bebe, al que, en su honor, dedicieron llamarle Albercón del rey.

Los puntos fuertes de este jardín son los miradores, los aviarios, un pequeño laberinto y el jardín japonés, con un estanque donde se puede apreciar una familia de tortugas. Aunque sin duda los animales que más llamarán tu atención son las aves exóticas que se distribuyen por diferentes partes del Molino de Inca, entre ellas el primer búho nacido en cautividad en el parque.

El jardín cuenta también con una destacable flora vegetal: cerca de 150 palmeras, 300 árboles, 400 arbustos, o incluso un eucalipto centenario. Aunque es en el interior del laberinto del jardín botánico donde se encuentra una de las especies más emblemáticas: una Auracaria Excelsa de 50 metros de altura.

Representación escultórica de las cuatro estaciones del año en el Molino de Inca

Representación escultórica de las cuatro estaciones del año en el Molino de Inca.

 

Casa Pepa

Si estás deseando ponerle fin al coronavirus para hacer una ruta senderista o escapada por la montaña… uno de los mejores planes puede ser hacer el Caminito del Rey o algún trekking por los alrededores. Sea cuál sea tu opción, esta aventura senderista tiene un punto final que no puedes eludir: el Restaurante Casa Pepa, en Carratraca (Málaga).

La fama de este restaurante familiar traspasa fronteras malagueñas y entre sus comidistas más célebres están Antonio Banderas, Antonio Gala o el vasco Karlos Arguiñano. Pero, ¿qué tiene esta fonda que la ha convertido en un rincón tan famoso que es imposible comer en fin de semana sin reserva? Pues tres aspectos básicos: una cocina tradicional, de toda la vida, como la que puede cocinar tu abuela en casa; las ingentes cantidades, y el precio super económico. Y es que el menú de 10 euros incluye tapita de aceitunas nada más llegar y algún potaje, sopa, cocido o puchero como primer plato. Pero, ojo, no es un pequeño plato. Ellos te entregan la perola a rebosar y tú te sirves tanto como quieras.

Cuando llega el turno del segundo plato, la dinámica de comer de forma contundente y en grandes cantidades… continua. No solo podrás escoger entre segundos como carne en salsa, pescado, chivo, carrillada, magro con tomate o albóndigas (depende del menú del día), también te servirán patatas, chorizos y huevos fritos. ¿Podrás con todo? Quizás necesites un poco de vino de la casa para acompañar los buenos bocados con una buena bebida.

Perola restaurante Casa Pepa.

Perola restaurante Casa Pepa

Macharaviaya y la historia de los Gálvez

Macharaviaya es un pueblo a unos 30-50 kilómetros de Málaga. Forma parte de la comarca de la Axarquía y cuenta con apenas 700 habitantes. Podría considerarse un pueblo andaluz más si no fuera por la historia que hay detrás del pueblo y que tiene un apellido: Gálvez.

Los Gálvez eran una familia de córdoba que se asentaron en Macharaviaya. Las personalidades más célebres fueron José y Bernardo de Gálvez. El primero fue Ministro de Indias y el segundo libró batallas en Estados Unidos y apoyó la independencia del país. Gracias a su estatus político y social y al amor que sentían por su tierra, esta familia hizo todo lo que pudo y más para llevar la prosperidad a Macharaviaya. Y lo consiguió hasta el punto de que el pueblo era conocido como “el pequeño Madrid”.

Fueron los Gálvez quienes empedraron calles, crearon comercios e incluso pusieron en marcha la primera Real Fábrica de Naipes que, sin ir más lejos, obtuvo la exclusividad para vender naipes a Estados Unidos. Ellos construyeron también la iglesia del pueblo y, a día de hoy, se han convertido en un reclamo turístico de Macharaviaya, municipio que cada 4 de julio conmemora la independencia de Estados Unidos en honor a su célebre vecino Bernardo de Gálvez. Sobre él y toda su familia podréis conocer muchos más detalles en el Museo de los Gálvez en Macharaviaya.

Estas casa eran antiguamente el espacio donde se encontraba la Real Fábrica de Naipes

Estas casa eran antiguamente el espacio donde se encontraba la Real Fábrica de Naipes

Y hasta aquí el viaje con @subealanabe por algunos rincones de Málaga más desconocidos pero que bien merecen la pena descubrir. ¿Conocías alguno de ellos?

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