No puedo dejar pasar mi segunda oportunidad como colaboradora de este blog sin hablar de mi ciudad, Córdoba, ciudad mágica en cada época de su existencia, donde han convivido culturas milenarias y que han enriquecido este lugar, único en el mundo.
Es en Córdoba donde el milagro del mestizaje se ha hecho realidad, mezcla de distintos pueblos desde el inicio de la historia del hombre. Y si seguís leyendo os voy a mostrar un lugar donde descubrir, entender y disfrutar de nuestros orígenes, un lugar que, al ser visitado, nos ayuda a comprender un poco más el mundo en el que vivimos y a las personas que nos rodean, sólo así nos aseguraremos un futuro fértil y prometedor… ¿me acompañáis pues a mi particular paseo por el Museo Arqueológico de esta ciudad?, ¿me acompañáis a un apasionante viaje al origen de esta ciudad cuatro veces nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad?
Descubrir
Porque cuando te adentras en este lugar, estás descubriendo nuestro patrimonio en uno de los edificios museísticos más completos de España, declarado Monumento Histórico Artístico y Bien de Interés Cultural.
Porque pocos conocen que en otras épocas, bajo él, existieron talleres visigodos, viviendas islámicas, calles medievales, y hasta un palacio del Siglo XVI, el antiguo Palacio Páez de Castillejo, construido por Hernán Ruiz II y cuyo majestuoso arco de entrada labrado con
esculturas podemos admirar aún a día de hoy.
Pero lo más importante es descubrir que está enclavado en un importante yacimiento arqueológico de más de 2000 metros, el Teatro Romano de Colonia Patricia. Con unas monumentales dimensiones, éste teatro se sitúa como el mayor teatro conocido en Hispania donde podían albergar a casi quince mil espectadores. Y, si bien, queda mucho trabajo arqueológico que hacer, hoy podemos confirmar que para alzar este edificio para espectáculos se realizaron importantes trabajos de alcantarillado y se dispusieron distintos accesos al mismo ya que el público se distribuía por el graderío según su estatus social, un graderío que podemos admirar casi en su totalidad en la planta sótano del Museo.
Entender
Porque cuando estás paseando por este museo estás entendiendo la forma de vida de nuestros ancestros, sus costumbres, su trabajo o sus ratos de ocio.
Porque a través de las distintas piezas expuestas y sus paneles informativos podemos hacer un recorrido desde la Prehistoria hasta la Edad Media, descubriendo espadas y puntas de flecha de asentamientos ibéricos, mosaicos romanos y grandes esculturas rescatadas de calles de nuestra ciudad, arcos romanos, máscaras teatrales, esculturas en bronce extraídas de excavaciones en nuestra provincia (el ‘Joven Danzante’ del Siglo I que aparece en la imagen de abajo fue descubierta en la Villa Romana El Ruedo de Almedinilla) y diferentes objetos del tocador de la mujer romana, capiteles visigodos y adornos de arte mudéjar, sarcófagos y enterramientos que nos revelan la creencia en el más allá desde tiempos remotos.
Pero una parte muy importante del museo la constituye todo lo relacionado con el arte islámico de Madinat Al Zahra, nuestra ciudad floreciente recientemente nombrada Patrimonio Mundial de la Humanidad por la Unesco.
Disfrutar
Porque no hay forma más provechosa de aprender historia que hacerlo disfrutando.
Porque a través de los talleres didácticos y actividades culturales que el museo organiza cada mes, nosotros, y también nuestros pequeños, descubrimos curiosidades de antaño, estamos informados de las últimas novedades en las investigaciones arqueológicas de nuestra ciudad y conocemos más detalladamente las piezas que lo componen, haciéndonos partícipes en la difusión de los valores de las distintas culturas que habitaron nuestra tierra.
Pero una de las actividades que considero más importante, y que se organiza a menudo y de forma gratuita, son los talleres didácticos infantiles. Es una forma muy entretenida de concienciar a los pequeños sobre el cuidado de nuestro patrimonio.
Uno de los últimos talleres al que asistimos fue con motivo de la Jornada Europea de la Cultura Judía y, además de visitar la zona del museo especializada en esta religión, los niños participaron en el Taller ‘Decora tu Mezuzah’. ¿Y sabéis lo que es un ‘mezuzah’? Es un amuleto que todo judío debe poner en el lateral de la puerta de su casa para ser protegido tanto física como espiritualmente. Un símbolo de la identidad y fe judía que siempre debe contener la letra hebrea ‘shin’ porque alude a la protección divina del hogar. ¿Y sabíais que los judíos de Europa Central y Oriental la colocan con una pequeña inclinación que señala hacia la puerta y los judíos sefardíes la colocan totalmente vertical? En la imagen de más abajo os enseño la que hizo Petruskina.
Descubrir, entender, disfrutar. Probablemente me quede corta en mi descripción, porque este museo no es solo una galería, también existe un servicio de investigación y una extensa biblioteca especializada en arqueología, y además se edita una revista científica, ‘Corduba Archaeologica’. Así que cuando quieras visitar Córdoba no dudes en comenzar dando un paseo por este museo, así constatarás que estas líneas que hoy estás leyendo son sólo un adelanto de lo que allí encontrarás. Pero si quieres seguir descubriendo mi ciudad, entra en mi blog La Ruta de Petruska y lee mis particulares paseos por una ciudad única en el mundo.
¡¡Gracias!!
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